Enfermedades y la interrelación entre la fauna salvaje y el ganado: algunos animales no deberían tocarse

Nuevas enfermedades en poblaciones ingenuas

Cuando los europeos empezaron a colonizar América del Norte, ellos trajeron muchas enfermedades como la viruela, el sarampión, la varicela y la tos convulsiva, entre otras. Cuando los europeos se movieron de un lado al otro del continente y se encontraban con tribus indígenas, ellos introdujeron estos agentes patógenos desconocidos en las poblaciones indígenas. Los europeos podían tolerar estas enfermedades porque habían sido expuestos a ellas por cientos de años y se habían vuelto inmunes.
Los americanos nativos nunca habían sido expuestos a estas enfermedades y, por lo tanto, no tenían inmunidad, lo cual llevó a que los pueblos indígenas sufrieran epidemias y muertes masivas. En promedio, entre 25 y 50 % de los miembros de las tribus perdieron sus vidas al llegar las epidemias.
Esta es una parte devastadora de nuestra historia, pero ilustra un concepto importante de la ecología de las enfermedades. La introducción de pestes, especialmente cuando es por una población que es inmune a la enfermedad, puede tener efectos devastadores en una población que nunca ha sido expuesta a tal
enfermedad.

Transmisión de enfermedades entre la fauna salvaje y el ganado

Una de las mayores preocupaciones del contacto entre fauna salvaje y ganado es la introducción de agentes patógenos mortales en una manada ingenua. Tanto el ganado como la fauna salvaje pueden actuar como reservas de agentes patógenos donde la manada es portadora de parásitos pero no es afectada negativamente por ellos.
La inmunidad acumulada le permite a esta población animal tener buena salud mientras llevan consigo los agentes patógenos de la misma manera que los europeas pudieron acarrear viruela y sarampión sin morirse. Pero cuando un animal de una población limpia se encuentra con uno de una población que lleva el agente patógeno, el animal limpio se infecta y puede infectar al resto de la
manada limpia.
La transmisión de enfermedades entre la fauna salvaje y el ganado es bi-direccional y puede tener consecuencias para los dos grupos. Las enfermedades pueden ser transmitidas entre fauna salvaje y ganado de dos maneras: transmisión de vector y transmisión directa. Las alternativas de manejo de salud animal dependen de la manera en que la enfermedad es transmitida.

¿Cómo se transmiten las enfermedades?

La transmisión directa ocurre cunado los animales se acercan unos a otros lo suficiente como para contagiarse a través de contacto directo.

 

La transmisión de vector ocurre cuando un “vector” como una garrapata o un anquilostoma pasa la enfermedad de animal en animal.

Ejemplos de enfermedades transmitidas de ganado a fauna salvaje

¿Qué significa todo esto?

Pulmón infectado de un carnero borrego cimarrón. La neumonía se difundió a los borregos cimarrones a través del ganado de ovejas domésticas y tuvo consecuencias devastadoras en la población de ovejas salvajes.

El resultado final de las enfermedades infecciosas varía en las especies unguladas. En algunos casos la infección produce úlceras y llagas de las que el animal puede recuperarse, pero en otros casos la infección puede exterminar completamente a una manada. El brote de infecciones es una preocupación enorme para quienes se ganan la vida con los animales y para quienes trabajan en su conservación, particularmente si el contacto entre la fauna salvaje y el ganado es el resultado del desarrollo económico y la urbanización.

Hay muchas maneras de reducir el riesgo de transmisión de infecciones entre fauna salvaje y ganado. La estrategia más efectiva es la eliminación completa del contacto entre la fauna y el ganado, especialmente en el caso de transmisiones directas de enfermedades; pero hacer esto es a menudo imposible. Cuando no es posible, podemos tratar de mitigar el riesgo de transmisión, por ejemplo poniendo cercos donde esta el ganado, testeando y vacunando al ganado (esta opción es menos factible en la fauna animal), implementando cierres de asignación de pastoreo dependiendo de la estación del año, y extrayendo de forma mortal a animales salvajes que han estado en contacto con el ganado. Sin embargo, cada una de estas alternativas requiere una gran inversión económica y mucho trabajo por parte de los ganaderos y administradores de fauna salvaje. La colaboración continua de biólogos, administradores de fauna salvaje, dueños de ganado, representantes de gobierno y el público en general asegura que podamos reducir la probabilidad de transferencias de enfermedades infecciosas y problemáticas.

Escrito e ilustrado por Brittany Wagler.

GUERRA BIOLÓGICA

La introducción de agentes patógenos foráneos en poblaciones ingenuas puede ser tan devastador que históricamente esto se ha usado como un medio de destrucción masiva. Por ejemplo, los mongoles catapultaron los cuerpos de víctimas de la plaga en las murallas de la ciudad de Caffa (1346) y los soldados Confederados le vendían ropa de pacientes infectados con viruela a los soldados de la Unión. Durante la Segunda Guerra Mundial los japoneses mataron a cientos de chinos lanzándoles a sus ciudades bombas con plaga. Muchos países han pasado leyes y firmado tratados internacionales para prevenir guerras biológicas; sin embargo, estas guerras aún ocurren.